“Toda manifestación de la vida se expresa a través del movimiento”. Moksha Feldenkrais.
El movimiento es la base de la vida.
Y es que tu cuerpo está diseñado para moverse, caminar, desplazarse. De hecho, el cuerpo está proyectado para caminar veinticinco kilómetros al día. ¿Cómo llevas tu cuenta de kilómetros?
Precisamos el movimiento para relacionarnos, para alimentarnos, para salir de los peligros, para reproducirnos, para hacer el trabajo. Y sin embargo, actualmente la tendencia es al sedentarismo y la falta de ejercicio.
El movimiento y el cuerpo.
El movimiento es la máxima expresión del cuerpo, es donde se conecta y se expresa. Ya sea paseando, bailando o haciendo ejercicio físico. Y te recuerdo que tu cuerpo es tu carruaje en la vida. Y es tu cuerpo lo que te ancla al presente y según lo que le tengas en cuenta, se comunicará contigo de una manera u otra. Un cuerpo que no se mueve, se muere. Así como, por ejemplo, una puerta (diseñada para abrir y cerrar) que si la dejas en la misma posición durante mucho tiempo, cuando la vas a mover, chirría y le cuesta. Si no quieres que le pase eso a tu puerta ¿para qué lo permites en tu cuerpo?
El movimiento en el cuerpo es a nivel macro (por ejemplo, levantar un brazo) y a nivel micro (a nivel celular, es un movimiento de vibración para que las células puedan crecer, alimentarse, relacionarse y reproducirse)
Una célula que no se mueve, al igual que el cuerpo humano, está abocada al fracaso.
¿Puedo saber cómo se están moviendo mis células? ¿Cómo están vibrando?
Las emociones positivas( alegría, amor, serenidad, ilusión, calma, gratitud entre otras) hacen que nuestras células vibren mucho y en alta frecuencia.
Las emociones negativas (miedo, ira, tristeza, melancolía, abandono) hacen que nuestras células vibren en baja frecuencia, poco o nada.
Un ejemplo: cuando esta triste, deprimida, con mucho estrés crónico, o al recibir una mala noticia te cuesta moverte, pensar con claridad, actuar eficientemente ¿verdad? las células les pasa exactamente lo mismo.
¡Por lo tanto! Somos una traducción física (en el cuerpo) de lo que pensamos y sentimos.
El cuerpo es el reflejo de lo que pasa dentro de ti.
Cuando el cuerpo está sometido al sedentarismo, a la falta de actividad física o a no realizar movimientos que le permitan soltar, fortalecer o flexibilizarse, es muy probable que se vaya traduciendo a tu salud musculo esquelética. Comienzan a aparecer contracturas, rigidez, dolor, poca movilidad articular que, con el tiempo, se va traduciendo en patologías degenerativas como la artrosis.
Nuestro cuerpo comienza a degenerarse a nivel osteo muscular a los veinticinco años. Lo que vayamos haciendo con él (tanto a nivel estructural, como bioquímico y energético) se va a ir traduciendo en nuestro estado físico. Según vamos cumpliendo años y sobre todo, de qué “manera” los vayamos cumpliendo, parece que nos cuesta más recuperarnos de los excesos o defectos. El cuerpo también te va a ir pidiendo cada vez más que lo atiendas, empezando por funciones fisiológicas como el moverte o el descanso por la noche por ejemplo.
Y tú ¿cuánto y cómo te mueves?
¿Qué es lo que más te cuesta al moverte?
Una lectura recomendada para explorar otros tipos de movimiento desde un punto de vista metafórico y reflexivo es el libro de Eloy Moreno «El bolígrafo de gel verde».
Si todo esto te parece un mundo y te gustaría tener orientación, pincha aquí y te pondrás en contacto directo conmigo.