¿Siempre que hay una lesión en el tejido hay dolor?
¿Siempre que hay dolor existe lesión en los tejidos?
Esto forma parte del nuevo paradigma de cómo funciona el dolor. En un principio, se busca el origen del dolor en la zona en la que duele (un brazo, pierna, espalda, cabeza…). Pero no siempre origen del dolor está ahí. Y otras muchas veces no existe un daño en el tejido. Puede ser un músculo que estando contracturado, activa un punto gatillo y da un dolor referido a distancia (por ejemplo, uno de los patrones de dolor referido del trapecio es el dolor en la parte lateral de la cabeza que comienza en la nuca y avanza hasta el ojo llegando a veces a la mandíbula). Por mucho que busquemos esa lesión en el tejido que duele, no lavamos a encontrar. En este caso, serán las fibras musculares del trapecio las que estén causando el dolor.
¿Entonces por qué duele?
Duele porque hay una señal nociceptiva (señal dolorosa) activada. Duele porque el sistema nervioso ha detectado una “agresión”. Lo importante es saber por qué unas veces el sistema nervioso detecta agresión y por qué otras veces no.
Y además, conocer qué es lo que interpreta tu cerebro como agresión.
Porque el dolor es subjetivo y la vez, es real. Existe un dolor como tal y sin embargo, depende de cada uno como lo sentimos (es una sensación corporal) y los mecanismos asociados que tenemos creados alrededor del dolor (cada uno los suyos).
¿Entonces para qué duele?
Para que te des cuenta de que hay algo que no va bien en ti:
- El dolor es real (haya o no haya lesión)
- Es una respuesta de protección
- Es un indicativo de acción
- El dolor te habla de la función que no te permite realizar
- El dolor son respuestas de tu cerebro que a veces tu cerebro (no tú) se imagina debido a las vías que ha creado previamente para el dolor
- El dolor emocional existe y genera cambios en nuestro sistema a nivel fisiológico con el nervio vago como conector entre el cerebro, el corazón y el intestino
¿Y las sensaciones que son incómodas en vez de dolorosas?
Mareos, opresión en el pecho, nieblina mental te hablan de las vísceras que también sienten. Están regidas por el sistema nervioso autónomo, que a la vez, es inconsciente y no podemos ejercer control sobre él.
De hecho, esto explica como por ejemplo, al recibir una mala noticia, “se te cierra la boca del estómago”. De manera consciente no podemos controlar los movimientos del sistema digestivo. Es entonces cuando aparece el sistema nervioso autónomo. A través de los órganos de los sentidos y las percepciones corporales recoge una información que al pasarla por el cerebro la registra como negativa (subjetivamente debido a lo que ha ido almacenando previamente en el cerebro), lo interpreta y activa el nervio vago para “cierre” el estómago para que no entre en el cuerpo esa información negativa. Es una respuesta para el cuerpo “normal” ante un estímulo de peligro. Recuerda que el inconsciente habla de manera metafórica y no distingue lo real de lo simbólico.
El dolor no aparece para fastidiarte la vida.
El dolor te habla sobre ti y cómo estas respondiendo ante tus situaciones y sistemas biopsicosociales.
Una lectura recomendada: Sapiens, ma non troppo: Síntomas sin explicación médica. Arturo Goicoechea
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